8/8/09

Un Congreso cada vez más « extranjero » para los suizos de Latinoamérica

Estimado compadre,

Esperaba encontrarlo en el 87° Congreso de los Suizos del Extranjero que este año se celebra en la bella ciudad de Lucerna, pero por más que lo busqué no apareció por ninguna parte. Pero no se preocupe, usted no ha sido el único que ha brillado por su ausencia, pues la crisis económica también repercute en este tipo de eventos.

Como ya comienza a ser una costumbre compadre, los suizos de los confines del mundo tienen cada vez más problemas para participar en un Congreso que se les pone financieramente casi inaccesible y, porque también – la verdad sea dicha – no siempre sus intereses coinciden con estas reuniones.

El tema de este año es sobre el aporte de los suizos del extranjero a la madre patria en todos sus aspectos, como en lo económico y lo cultural. En este último ustedes no se quedan corto, pues basta con mirar las fotos de la Katty, cuando participa en las fiestas suizas para probar su aporte patriótico, vestida con su traje de campesina valesana, y emocionada hasta las lágrimas cuando escucha el himno nacional. Ni hablar del Hugo que recibe a sus invitados con su traje de “armailli”. Más patriotismo te mueres.

Elevados costos de participación

Pero como le decía compadre, a los suizos de Latinoamérica se les pone cuesta arriba participar, porque el evento no es gratis; es preciso tener una cuenta bancaria muy suculenta en el UBS (aunque con los tiempos que corren, no sé si es una buena idea), pues entre el viaje y los hoteles, se debe como mínimo disponer de 3.500 francos por persona, algo mucho más que un salario normal en su Patagonia.

También hay que decir que el interés también decae, porque en este “Parlamento de la Quinta Suiza”, que representa a 700 mil suizos que viven el extranjero (el 10% de la población), no siempre refleja las aspiraciones de los suizos latinos, y tampoco hay mucha transparencia al momento de designar a los delegados que se supone los eligen los clubes y asociaciones nacionales.

No se si usted sabe compadre, que este “Parlamento” se compone de un Consejo de 120 miembros, de los cuales, 25 escaños corresponden a suizos residentes en forma permanente en Suiza, generalmente políticos, parlamentarios y hombres de negocios del sector exportador. En este sentido este órgano es la copia perfecta del Parlamento Federal, donde los partidos mayoritarios pechan por sus intereses.

Directivos que no viven en el extranjero

Por más que trató de buscar en mi memoria, desde que tengo conocimiento, nunca un suizo que vive en el extranjero ha ejercido la presidencia de la Organización de Suizos del Extranjero (OSE). Todos viven en Suiza y al extranjero van sólo de vacaciones.

Desde el punto de vista político se alternan en los puestos radicales, liberales, y algún demócrata cristiano. Los socialistas, minoritarios también tienen un puesto de director, aunque ahora pisan fuerte los militantes de la Unión Democrática de Centro, (UDC), un partido ultranacionalista y xenófobo.

Ellos lograron hace dos años que el Congreso aprobara una resolución en contra de la emigración extranjera, ¡un colmo cuando es la misma condición de los suizos que viven en el extranjero!

En cuanto a los delegados nacionales el número de representantes se decide por zonas y según el porcentaje de suizos que residan en cada país. Al respecto compadre, tampoco hay mucha transparencia, pues los designados son siempre los mismos.

Poca trasparencia

Hace poco me enteré del bochorno sobre una designación de un delegado sudamericano nombrado de oficio. De Berna vino el pedido a un Club determinado sin que mediara asamblea alguna. No imaginaba compadre que estas cosas sucedieran en organismos suizos, pero al consultar con otras asociaciones nacionales, me confirmaron que el procedimiento es casi el mismo.

Como resulta costoso enviar un representante al Consejo, la mayoría de los clubes nombra a compatriotas residentes, así que al final sus intereses, compadre, lo deciden y aprueban los suizos de aquí. Vista así las cosas, se debería llamar un "Congreso 'para' los suizos 'en' el extranjero”.

Pero no me acuse de mala leche compadre, pues debo reconocer que al menos en esta ocasión, se ha reconocido el peso y la importancia de los compatriotas expatriados, en particular sus redes de influencias, que sirven para seguir fomentando la presencia Suiza en los rincones más alejados del mudno, como es el caso de su Patagonia.

Hasta la próxima.

6/5/09

Testimonio sobre la desinformación y sus efectos de la «gripe porcina» en México.


Estimado compadre Aldu,
Nosotros estamos bien, sin catarrito alguno, afortunadamente, pero abrumados con tanta desinformación. Perdona que no te haya escrito antes, pero como tú comprenderás andaba muy atareada, tanto por lo que implica esta continencia, todo cerrado, sin actividades económicas, sin clases (ya te podrás imaginar a León Santiago en casa tantos días encerrado), como por el daño que se causó al sector porcícola.

Ni te imaginas. El consumo de la carne de cerdo cayó a cero, lo que significa que más de cien mil toneladas de carne que tienen que salir cada mes de las granjas a los centros de consumo están varadas. Los productores están desesperados, no saben que van a hacer con toda la producción ya lista para salir al mercado y sin posibilidad alguna de que esto se arregle en lo inmediato.

No hay cerdos enfermos

Nos la hemos pasado organizando conferencias de prensa, haciendo boletines, concertando entrevistas con los especialistas en la materia, en fin, haciendo todo lo posible para detener el irremediable daño a esta actividad económica. Lo que se logró hacer con la participación de los productores, los médicos veterinarios especialistas en cerdos y los investigadores es que le cambiaran el nombre a esta influenza, pues resulta que según los reportes de las granjas en México no hay un sólo caso de marranitos enfermos con este virus.

Hemos estado entre el susto y el chiste, entre la desconfianza y el agobio, mientras los rumores siguen. Sin embargo, no conozco a nadie que se haya enfermado de esto...ni nadie de las personas que nosotros conocemos sabe de alguien cercano que se haya visto afectado con este nuevo virus. Sin embargo, todos los días, puntualmente, las autoridades de Salud y el mismo presidente del país salen en los medios para informar que ya van ocho muertitos, que ya van nueve, que si son diez, que si ya 80, y ahora 150...en un país con 120 millones de habitantes, por favor, eso no es nada, se mueren más, muchos más todos los días de hambre, de atropellamientos, por la delincuencia...por negligencia médica...

Mientras Roche se sigue enriqueciendo...

En fin, querido compadre eso que estamos viviendo es lo único que nos faltaba para darle a México la estocada...Mientras todo esto sucede, Roche se sigue enriqueciendo con la venta del Tamiflu, y otras empresas con la millonaria venta de los tapabocas (somos más de 20 millones de habitantes tan sólo en la zona metropolitana).

Ahora ya nadie habla del creciente desempleo en el país, de la creciente inconformidad hacia el partido gobernante, de la desconfianza hacia nuestro sistema de seguridad, del miedo permanente por la aparición diaria de ejecutados, de la falta de dinero para comprar medicamentos, de la angustia de las mamás para estirar el dinero...

Casualmente también esto pasa justo en estos días cercanos al 1 de mayo, cuando los desfiles de los trabajadores de los sindicatos "alineados" en épocas del PRI, se han convertido año con año en manifestaciones cada vez más agresivas en contra del PAN...y justo también a unos dos meses de que se realicen las votaciones nacionales para elegir a los diputados y senadores del Congreso.

Que no se oculten los verdaderos problemas

Compadre, ojalá todo este "desmadre" sirva cuando menos para poner ante los reflectores los grandes problemas que tenemos los mexicanos, como es el ineficiente sistema de salud. Yo creo que todos alguna vez lo hemos padecido, como no te vas a morir de neumonía si cuando llegas a solicitar el servicio te dejan cuando menos unos cinco días en la llamada "sala de urgencias" que no es más que un cuartote con muchas camas, sólo separadas con unas cortinas, y como todas están ocupadas igual te dejan en el pasillo, con unos ventarrones helados de aire sin importar la enfermedad que traigas...da lo mismo una bronquitis, que una insuficiencia renal o un paro cardiaco...y las más de las veces ni te toman la temperatura porque, dicen "no hay termómetros"...

En fin, mi muy estimado compadre, ya no te ataranto con todo esto. Cuídate, que ya sé que en Suiza también ya hay casos de "influenza humana", o como le llama mi hijo de 11 años "influenza política".

Saludos desde México

Silvia Linares, su comadre.

2/5/09

A propósito de la crisis del secreto bancario y de la gripe mexicana


HTML clipboard Estimado compadre,

Acuso recibo de su última misiva desde su Patagonia profunda donde me comunica su preocupación ante el peligro del fin del secreto bancario en el país de sus ancestros y así su gobierno descubra la libreta de ahorro en el UBS que le dejaron en herencia sus antepasados valesanos.

No se preocupe compadre, pues le aseguro que eso no sucederá nunca, a pesar de las presiones internacionales para que la Confederación colabore con los gobiernos que pidan información sobre el dinero robado por las oligarquías corruptas y que "se sospechan", están depositadas en los bancos suizos.

No sucederá compadre, pues Suiza sin el secreto bancario no existe. Es una institución que hace parte de sus fundamentos históricos. Recuerde que hasta su admirado Calvino, padre de la Reforma, y considerado como el ideólogo por excelencia del capitalismo, fue uno de los primeros en considerar moral el lucro, el ahorro y los intereses por préstamos de dinero.

Estamos de acuerdo, compadre, que hay una doble moral en todo esto, y que el secreto bancario no debe ser utilizado para favorecer la evasión fiscal, como lo hace el Hugo, ni tampoco para favorecer la fuga de capitales de nuestros empobrecidos países del Sur.

Tranquilo compadre, su cuentecita de ahorro que le dejaron sus abuelos no correrá peligro, porque que las tasas de interés que pagan por ahorrar, son irrisorias comparadas a los intereses de los fondos especulativos, como los que llevaron a la ruina al UBS en los Estados Unidos. Tranquilo, que las cabezas pensantes de la Confederación encontraran siempre la forma adecuada para que los capitales extranjeros sigan llegando secretamente a las cajas fuertes de sus bancos en toda impunidad.

Post Scriptum: la gripe de la crisis

Me olvidaba contarle que la Katty mandó a pedir una caja de Tamiflu para prevenir la famosa gripe que comenzó llamándose porcina, y ahora con su nombre científico de AH1N1, y que finalmente terminará siendo recordada, simplemente, como la “gripe mexicana”, mal le guste a nuestros cuates mexicanotes.

Una gripe para bajarle la presión social a la crisis mundial que tiene por las cuerdas al neoliberalismo, y a la “banda de delincuentes” que lo dirigen. Pero como siempre sucede compadre, la desgracia de los pobres agripados hace la felicidad de las ricas farmacéuticas. No se imagina usted la cara de felicidad de los accionistas de Roche y de otras marcas que se están haciendo “la América” vendiendo sus reservas del medicamento que me pidió la Katty, y haciendo cuentas de lo que ganarán por fabricar la futura vacuna.

Un amigo de la OMS me confesó “off de record” que en realidad la famosa pandemia no es más que una simple gripe estacional, esta vez con cepa mexicana, como ha habido otras con cepas rusa, chilena, búlgara, etc., y la que fuera la más terrible, la gripe española. En fin de cuentas, una gripe H1N1, normal, que como cada año se lleva numerosos muertos en el mundo, pero que nadie asocia a una pandemia. Sólo que ahora el turismo mexicano “paga el pato” y los productores de carne de cerdo lloran.

Al final de cuentas lo mismo de siempre compadre. Ya lo vivimos con la gripe aviar, que sólo sirvió para que la Confederación le ayudara a Roche incrementar sus beneficios, comprándole en 2007 una reserva de 7 millones de antivirales Tamiflu (uno por cabeza de habitante), medicamento que ya no sirve, porque ya prescribió.

Lo único bueno de todo esto compadre, es que con la sicosis colectiva de la gripe porcina, el precio de las chuletas de cerdo han disminuido de la mitad. Sabrosas parrilladas me esperan para este fin de semana con fondo de crisis…

Me despido esperando que siga con buena salud. Hasta la próxima.

Aldu (2.05.2009)

13/4/09

Para aquellos que en Suiza ocupan hoy el lugar de mis ancestros

HTML clipboard Estimado compadre,

Me perdonará usted por no responder a sus reiteradas misivas acerca de lo que sucede en su querida patria ancestral en tiempos de crisis y desamores patrios. Comprendo su agravio que le provocó la reciente emisión que difundió la TV suiza de expresión francesa: “Suizos de origen, sin dinero no hay patria”. Lo consuelo compadre diciéndole que usted no ha sido el único en reaccionar con amargura y a guisa de ejemplo, le transcribo esta carta, que resulta más expresiva de lo que yo mismo le pueda contar. Le deseo buena lectura: (Aldu)

La Suiza que amamos vive en nuestros corazones

“El amor se lleva en el corazón, y el querer en la mente. La semilla del amor la sembraron aquellos nuestros padres, madres, abuelos y abuelas, aquellos fueron los que sembraron la semilla de sentirnos parte de Suiza, esta Suiza que hoy se empeña en no aceptar a sus hijos.

¡Cuánto dolor sentirán nuestros abuelos, que están seguramente en el cielo al ver como la madre patria se olvidó de ellos! Y ahora quiere borrar a sus descendientes. Triste para aquellos pioneros que añoraron su patria y que la clavaron en nuestros corazones como ejemplo y baluarte de rectitud.

Triste para aquellos que forjaron en nosotros, sus descendientes el querer y amar esa lejana tierra; ellos que vinieron con la esperanza de forjar una nueva vida, sin olvidar sus raíces su forma de vida y costumbres. Ellos cultivaron en nosotros el amor por un país que no es el mismo de hoy, sino aquella Suiza que era cuando la dejaron.

Hoy muchos suizos se preguntan, ¿porqué con tanta fuerza los descendientes quieren ser considerados? A ellos les respondo: La semilla sembrada en mi corazón la sembró una mujer suiza del vientre que nací, y ¿debo renunciar a esto por el capricho de aquellos que viven en un país tan distinto al que vivieron nuestros abuelos y a esa Suiza que añoraron cada día de sus vidas en estas lejanas tierras?

Los que aquí vinieron, nuestros ancestros, sembraron en nosotros este sentimiento y que hoy toma fuerza por la facilidad en la comunicación, que nos acerca de forma extraordinaria y de la que no pudieron disfrutar nuestros abuelos.

Hoy muchos hemos podido viajar a Suiza y estar en la cima de los Alpes, sueños de aquellos que vinieron a estas tierras y que no pudieron regresar, para muchos pioneros ni siquiera existe una lápida en algún cementerio, tal vez sólo un árbol crecido junto a una tumba en una concesión olvidada, como único testigo. Ellos añoraron tanto su patria y se devoraron cada carta o periódico que recibían de allá; hoy nosotros tenemos el privilegio de contar con esta comunicación maravillosa que nos permite conocer y comprender lo que nos enseñaron y contaron nuestros antepasados.

Esos ancestros cultivaron en nuestros corazones el amor por Suiza; fueron ellos los que nos dejaron ese legado en lo más profundo de nosotros, legado que hoy algunos de sus habitantes no comprenden, pues ellos no saben lo que es vivir lejos de la patria ni sufrir por ella como nuestros abuelos dejados en el abandono es estas lejanas tierras, las que con mucho esfuerzo y tesón lograron algunos subyugar. Muchos murieron en el intento, esto no lo saben aquellos que solo miran de lejos y no entienden lo vivido por aquellos, ni conocen en profundidad lo que fue la emigración suiza en estas latitudes.

¿Yo te pregunto suizo de Berna, Zürich, de Argovia y de toda Suiza, quién ocupa ahora el espacio que era de mi abuelo? No deseo quitarte ese lugar, pues hoy no lo necesito, pero el espíritu de mi abuelo es mío, lo he heredado de aquél que vino desde allá a esta tierra y nada ni nadie me puede quitar ese vínculo tan profundo.

La mayoría de nosotros desea la nacionalidad por ese amor que sembraron nuestros ancestros en nuestros corazones; es un derecho que deseamos para sentirse parte de ellos, que nos dieron la vida, ya que por nuestras venas corre su sangre y en nuestros corazones vive la semilla que ellos sembraron.

Podrá borrarse la tinta del papel, tal vez mañana ya el pasaporte no sea rojo ni tenga una cruz blanca, y después de una guerra puede que cambien las fronteras, mas la semilla en mi corazón permanecerá para siempre sintiendo y amando a aquellos que me enseñaron a amar y a querer.

Swisslatin / Ricardo Fernández Schneider